La señora Ministra de Igualdad, en la presentación de la nueva ley de aborto aprobada por el Consejo de Ministros español, ha hecho dos afirmaciones que podríamos calificar de agresivas e irrespetuosas.
- Que no ha consultado con asociaciones pro vida para la elaboración de la ley, sólo con aquellas que son claramente partidarias del aborto. Es decir no lo interesa lo que digan los que no piensan como ella. No parece que sea una ejemplo de democracia ni de servicio pública a toda la sociedad.
- «No ha participado en el proceso ninguna organización contraria a los derechos humanos ni contraria a los derechos de las mujeres». Esta es una afirmación muy grave. Cualquier asociación pro vida podría denunciar a la señora ministra por odio a las asociaciones pro vida. Quizá no sirviese de mucho, y, seguramente por eso, nadie ha dicho nada. El problema puede ser que se acabe creando una etiqueta para esas asociaciones como contrarias a los derechos humanos, cuando son las únicas que realmente defienden la vida.
El 1 de septiembre de 2022, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) emitió su decisión de no admitir la reclamación de la Fundación Lejeune y de Ines (una persona con síndrome de Down). Habían reclamado contra la censura puesta por el Consejo Superior Audiovisual francés que había censurado el video “ Dear Future Mum – Querida futura mamá”
El Consejo defiende que las personas con este síndrome no pueden manifestar su felicidad ante el público general, sino sólo ante los espectadores que específicamente lo pidan. Los espectadores no deben enfrentarse a la felicidad de las personas con síndrome de Down, con el pretexto de que puede hacer que algunas personas se sientan culpables.
La señora ministra estará de acuerdo con esta censura contra las personas que tienen este síntoma. Ella tampoco quiere escuchar a los que defienden la llegada a la vida de estas personas, y por tanto que de pronto se le presenten delante, sin pedirle permiso, le puede resultar molesto.
En verdad es risible que se llame Ministra de IGUALDAD.
Comments 4
Son seres realmente perversos. Son especialistas en retorcer la realidad y manejar el lenguaje a la perfección para atacar a quien ellos marcan como enemigos.
Con estas sentencias del tribunal de Derechos humanos lo único que demuestran es que los DDHH claramente han perdido todo el valor como convención, ya que no significa ningún consenso que pueda valer para toda la humanidad.
Se han convertido en un conjunto de preceptos sectarios que sólo sirven para legitimar cualquier desmán que se le ocurra a la ideología dominante. No tienen ningún valor sólido sobre el que apoyarse.
Efectivamente, por eso hay que hacerse presente en la cultura
Es necesario seguir creando conciencia donde nos toque. Este problema radica en la adopción de ideologías en donde no les interesa en absoluto el ser humano.
Que no nos de molestia explicarles a los óvesnes, a nuestros familares, reenviar un mensaje, refutar una afirmación equivocada, contribuir a la difusión de revistas o volantes, salir a manifestarse pacificamente. Pero sobre todo (si uno es creyente, pedir a Dios que nos de fuerza para luchar contra este flagelo moderno: la.cultura antivida del progresismo.