“Soy parapléjico. Tengo 45 puntos en mi mano. No puedo mover bien el brazo izquierdo. Tengo tornillos en el cuerpo y no puedo sentir del pecho para abajo”, dijo Marin Eugen Sabau a un juez en Cataluña. Quería que se le practicara la eutanasia y sus razones parecían ser tan sólidas como las de cualquier otro solicitante de una muerte digna. El juez accedió y la solicitud de Sabau fue tramitada con una celeridad inusual. Se fijó una fecha: el 28 de julio.
Sin embargo, otro juez ha dictado una suspensión temporal y la muerte de Sabau se ha retrasado.
En Cataluña, la eutanasia no es ni mucho menos una rareza. Desde que se legalizó la eutanasia en España en junio del año pasado, 60 de los 172 casos del país han tenido lugar en esta región, más de un tercio, aunque Cataluña sólo tiene el 16% de la población total.
Sin embargo, el caso del Sr. Sabau es excepcional, incluso sin precedentes, porque está pendiente de un juicio por intento de asesinato y otros muchos cargos. Si se le practicara la eutanasia, escaparía a la justicia.
El 14 de diciembre del año pasado. Sabau, un rumano de 45 años que trabajaba como guardia de seguridad, se puso una peluca de mujer, entró en su lugar de trabajo en Tarragona y disparó a tres de sus compañeros. Luego huyó del lugar y se atrincheró en una granja abandonada. En el tiroteo con la policía, uno de ellos resultó herido. Finalmente, los francotiradores dejaron fuera de combate al Sr. Sabau, disparándole en la espalda, el brazo y la pierna. Acabó parapléjico y le amputaron una pierna.
Su solicitud de eutanasia fue aprobada. El juez dijo que el caso presentaba una «colisión de derechos fundamentales«. Pero dictaminó que el derecho del Sr. Sabau a una muerte digna debía prevalecer sobre el derecho de las víctimas a la justicia.
Dijo que sólo los menores de edad y los pacientes con discapacidades mentales que no pueden dar su consentimiento informado son inelegibles para la eutanasia según la ley.
La policía ya había interpuesto un recurso contra la eutanasia del señor Sabau y el juez lo desestimó. Pero cuando tomó su licencia por vacaciones, otro juez accedió a concederle una suspensión. El caso continúa.
Publicada en Bioedge por Michael Cook | 26 de julio de 2022 | Spain: where the right to die can trump the right to justice
PD. Marin Eugen Sabau recibió la eutanasia el 23 de agosto de 2022,
