¡¿Feliz día de la persona que da a luz?!

¿Has oído? Ahora no se puede decir “madre”, sino “persona que da a luz”. Después de todo, la “ciencia” dice que los hombres o las mujeres pueden tener bebés. De hecho, las palabras “mujer” y “hombre” están prohibidas por la nueva dispensación. La palabra «hombre» ahora es «tener próstata» y «mujer» es «tener vagina». La palabra “padre” se ha convertido en “padre no biológico”.

Seguramente, este tipo de locura solo ocurre en Hollywood o DC, ¿verdad?

Lamentablemente no. La Legislatura de Luisiana consideró un proyecto de ley que evitaría que los terapeutas ayuden a los niños a superar la confusión de género. El proyecto de ley mencionaría que los niños que piensan que nacieron en el cuerpo equivocado deberían ser «afirmados» en lugar de darles la oportunidad de hablar sobre sus sentimientos con un profesional autorizado. Uno de los oradores a favor del proyecto de ley declaró (alrededor de los 34 minutos): “Las únicas personas que necesitan terapia son los padres que no pueden aceptar a sus hijos homosexuales”.

¿Qué significará esto para el clero que trata de aconsejar a los jóvenes confundidos?

¿Serán llevados a terapia?

¿Qué pasa con situaciones como la de Walt Heyer? Que trató de vivir como mujer durante ocho años. Luego descubrió que todas las intervenciones médicas y las «transiciones sociales» no resolvieron sus problemas subyacentes. De niño, fue abusado, física, emocional y sexualmente. Las personas que se apresuraron a «transicionarlo» no querían hablar de eso. Ahora, Walt y su esposa se dedican a ayudar a otros que han sido barridos por la ideología de género.

Del mismo modo, un número desproporcionado de personas que experimentan atracción por personas del mismo sexo también han experimentado abuso infantil. En un estudio, los homosexuales, lesbianas y bisexuales autoidentificados tenían casi el doble de probabilidades de denunciar abuso emocional, físico o sexual. ¿No tendría sentido permitir que los terapeutas al menos hablen con personas que sufren de disforia de género o que experimentan atracción no deseada por personas del mismo sexo? La premisa detrás de las prohibiciones de la “terapia de conversión” es que las identidades gay, lesbiana y trans son características innatas e inmutables, comparables a la raza. Una vez que las personas han asumido o afirmado una de estas identidades, se verán perjudicadas al cuestionar esta autoidentificación. Ni a ellos, ni a sus padres, si son menores de edad, se les debe permitir buscar el consejo de un terapeuta autorizado.

Estas prohibiciones tratan tácitamente a estos individuos como si ellos y sus identidades fueran tan frágiles que no se puede permitir ningún cuestionamiento. Se dañarán a sí mismos si son «sometidos» a una terapia que busca aclarar o cambiar su identidad sexual recién descubierta. Escuchar que se refieren a ellos mismos con algo que no sea su «pronombre preferido» puede dañarlos. Alguien que use su «nombre muerto» (es decir, el nombre que sus padres les dieron al nacer) puede hacerles daño.

Y eso conduce de vuelta a la “persona que da a luz”. Escuchar palabras intrínsecamente relacionadas con el género, como «madre» y «padre», o que se les haga referencia a ellas, puede ser perjudicial para las personas de minorías sexuales. Por lo tanto, todos en la sociedad deben ser monitoreados para el uso correcto del idioma en todo momento. Este es el proceso de pensamiento que ha llevado a los maestros a perder sus trabajos por usar los pronombres políticamente incorrectos. Este es el proceso de pensamiento que ha llevado incluso a La Liga de La Leche, fundada para educar y apoyar la lactancia materna a cambiar su lenguaje, afirmando que algunos “padres que amamantan no se identifican como madres”.

Se trata de poder. 

¿Quién está tratando de obligarlos a decir tonterías? La idea detrás de la ideología de género es que la naturaleza de género del cuerpo humano es problemática de una forma u otra. Algunos se oponen a las desigualdades: los hombres y las mujeres son intrínsecamente diferentes con respecto a tener bebés. No es posible superar por completo estas diferencias, incluso con ingeniería social o tecnológica ilimitada. Esto ofende la sensibilidad de los igualitaristas radicales.

Otros se oponen a la dependencia inherente a la reproducción sexual: nadie puede hacer un bebé solo. Todo individuo es estéril, cuando actúa como individuo. Toda persona, hombre o mujer, requiere la asistencia de una persona del sexo opuesto para tener un bebé. La tecnología reproductiva moderna permite que la creación de bebés se lleve a cabo sin el contacto real que implicaba el método antiguo. Pero incluso los «padres solteros por elección» requieren el uso de gametos de una persona del sexo opuesto. Esto ofende la sensibilidad de los individualistas radicales.

Y no se debería pasar por alto este hecho. El “movimiento trans” no es un movimiento de base de ninguna manera o forma. Esto debería ser perfectamente obvio para cualquiera que preste atención. Las personas ricas y poderosas están financiando y promoviendo la moda transgénero. Tanto la familia Stryker como la familia Pritzker tienen vínculos con el «complejo industrial médico«. Han invertido literalmente millones de dólares en la promoción de la ideología de género, incluido el establecimiento de “clínicas de género” para niños. Una persona que intenta vivir como el sexo opuesto será necesariamente un cliente de por vida para intervenciones médicas continuas.

Además de este interés financiero, los ricos y poderosos tienen otro posible motivo para promover el “lenguaje inclusivo” que sustenta la moda trans: el poder. Poder, poder y más poder. Si las personas en el poder pueden inducir a decir: «Bruce Jenner es una mujer«, pueden inducir a decir cualquier cosa. Incluyendo «Feliz día de la persona que da a luz». 

¿Ha tenido suficiente corrección política?