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Pongamos fin al comercio de bebés

Con la declaración de la presidenta Úrsula von der Leyen de que “quién es progenitor en un país lo ha de ser en otro” se pretende legitimar la propuesta de Reglamento del Consejo, de 8 de diciembre de 2023, para la para la creación de un certificado europeo de filiación. Éste supondría, por medio del reconocimiento de sus efectos, la imposición de facto de la maternidad subrogada y el matrimonio homosexual, para aquellos países de la Unión que los hayan prohibido o que simplemente, no los hayan regulado.

Con tal motivo, se celebró el 4 de julio del este año (2023) en el Parlamento europeo una Jornada liderada por la europarlamentaria Alessandra Basso en la que diversas organizaciones analizaban las implicaciones que para la maternidad subrogada supondría la aprobación de este Reglamento.

El evento reunió a diversas personalidades como Francesco Borgonovo, subdirector del periódico “La Verità”; el consejero parlamentario Matthieu Bruynseels de European for family; Weronika Przebierata, de Ordo Iuris; Benedicte Colin de la Federación de Asociaciones de Familias europeas católicas (FAFCE); María Isabel Moreno de la plataforma CitizenGo; Ludovine de La Rochère, presidenta de Le Syndicats de la Famille; Carmen María Lázaro representante de la Declaración de Casablanca y  Chiara Parolin, quien se definió como “feminista radical de izquierdas” de la Asociación Aura. El coloquio estuvo organizado por Matteo  Friaoli de la Asociación Pro Vita & Famiglia.

Finalizó el acto el portavoz de esta asociación Jacopo Coghe quién subrayó que el Proyecto de Reglamento interfiere en la competencia de los Estados en materia de Derecho de familia, violando los principios de subsidiariedad y proporcionalidad. La propuesta incentivará además todas las formas de maternidad subrogada, incluida la comercial. El “mercado de los hijos”, tal como lo ha definido, constituirá una prioridad de su asociación para la próxima legislatura y ha hecho un llamamiento a los Estados y a su diplomacia para que sean portavoces de esta batalla, más allá de la Unión Europea, en la propia ONU porque la maternidad subrogada es contraria a la Declaración Universal de los derechos del hombre.

Intervención Carmen María Lázaro.

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