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The Economist: «La fecundidad mundial se ha hundido»

Childrens room with an empty cradle and toys on the dresser. Copy space. The concept of abortion and female infertility

The Economist, el oráculo de los políticos y economistas de todo el mundo, se ha vuelto pesimista sobre el futuro de la humanidad. El editorial que acompaña a uno de sus su últimos artículos de portada declara:

“En gran parte del mundo, el golpeteo de los piececitos queda ahogado por el estrépito de los bastones. Los principales ejemplos de países que envejecen ya no son solo Japón e Italia, sino también Brasil, México y Tailandia”.

Las preocupaciones de The Economist se centran en la creatividad de los ancianos. Una población que envejece no será innovadora

Los países más viejos -y, según parece, sus jóvenes- son menos emprendedores y se sienten menos cómodos asumiendo riesgos. Los electorados de edad avanzada también osifican la política. Como los mayores se benefician menos que los jóvenes del crecimiento económico, han demostrado ser menos partidarios de las políticas de crecimiento, especialmente de la construcción de viviendas. Es probable que la destrucción creativa sea más rara en las sociedades que envejecen, suprimiendo el crecimiento de la productividad de forma que se convierta en una enorme oportunidad perdida.

Entonces, ¿qué hay que hacer? No lo sé. The Economist, como casi todos los demás, está perplejo. Una por una, enumera las soluciones que se están proponiendo en todo el mundo:

¿Inmigración? No. “La naturaleza global de la caída de la fertilidad significa que, a mediados de siglo, es probable que el mundo se enfrente a una escasez de trabajadores jóvenes formados, a menos que algo cambie”.

¿Subsidios pro-familia? No. «Singapur ofrece cuantiosas becas, rebajas fiscales y ayudas para el cuidado de los hijos, pero tiene una tasa de fertilidad del 1,0”.

¿Más y mejor educación? No. A corto plazo, la educación de la población de África, China e India puede reportar beneficios. Pero «fomentar el desarrollo es difícil, y cuanto antes se enriquecen los lugares, antes envejecen».

¿ChatGPT?Sí. Es posible. The Economist presenta a la IA como la candidata más prometedora para una revolución de la productividad

“Una economía superproductiva infundida de IA podría encontrar fácil mantener a un mayor número de jubilados. Con el tiempo, la IA podría ser capaz de generar ideas por sí misma, reduciendo la necesidad de inteligencia humana. Combinada con la robótica, la IA también puede hacer que el cuidado de los ancianos requiera menos mano de obra. Estas innovaciones serán sin duda muy demandadas”.

Incluso en la mente del autor del editorial, esto debe sonar a engaño. Concluye: “Menos bebés significa menos genio humano. Pero ese podría ser un problema que el genio humano pueda solucionar”.

 

 

Publicada en Bioedge por Michael Cook | 06 de junio de 2023 | The Economist: ‘Global fertility has collapsed’

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