Jennifer Melle es el nombre de la mujer que se ha lanzado a la lucha para defender los derechos de los cristianos contra el discurso forzado LGBTQ+.
La dura enfermera del Reino Unido fue objeto de insultos raciales y luego fue suspendida por negarse a usar el pronombre femenino preferido de un paciente masculino durante un incidente en mayo de 2024.
La madre de tres hijos está siendo acosada por «confundir el género de un paciente» a pesar de que la atención médica adecuada hace necesario referirse al sexo biológico del paciente.
Esto también es así a pesar de que la historia clínica y la apariencia del paciente identifican claramente al paciente como un hombre biológico.
Desencadenado por la atención médica de Melle, «Sr. X», un delincuente sexual convicto, reaccionó amenazando físicamente a la enfermera principal.
Equiparando la «transfobia» con el racismo, lanzó insultos a Melle, refiriéndose a ella como una «Negrata», varias veces.
Según explicó Christian Concern (CC) en un comunicado de prensa, el hospital, en lugar de proteger a Melle, protegió al pedófilo convicto.
CC dijo que el caso de Melle es otro ejemplo de cómo los burócratas de salud del Reino Unido ponen «la ideología trans por encima de la realidad biológica».
«En nombre de la inclusión, el Servicio Nacional de Salud se ha puesto del lado de un pedófilo condenado por delitos graves, por encima de los miembros del personal con creencias cristianas y críticas de género».
El Sr. X está cumpliendo condena en una prisión de máxima seguridad por atraer a niños pequeños haciéndose pasar por una adolescente en las redes sociales, una práctica engañosa generalmente conocida como catfishing.
Forzar la conformidad
Inmigrante, Melle llegó a Gran Bretaña desde Uganda cuando era muy joven. Trabajando duramente se convirtió en una enfermera apasionada y ha trabajado como tal durante 12 años sin ninguna macha en su historial.
En declaraciones al programa Free Speech Nation de GB News, Melle dijo que sentía que el hospital la estaba «castigando por su fe».
Melle relató que se fue a casa traumatizada.
Cuando regresó al trabajo, Melle se enteró de que estaba siendo investigada por medidas disciplinarias.
Acusada de insubordinación por malinterpretar el género, Melle dijo que la junta del hospital «no estaba preocupada por cómo se sentía». Estaban más preocupados por obligarla a conformarse.
Desafiando sus convicciones cristianas, el hospital lanzó a la enfermera principal a las sesiones de disputa del tribunal trans.
«Estos paneles intentaban hacerme cumplir con la norma», dijo a GBN. «Estaban tratando de engañarme para que hiciera lo que ellos querían».
A pesar de la presión, Melle se negó a ceder y dijo: «Debido a mi fe cristiana, no puedo referirme a un hombre como una mujer o a una mujer como un hombre.
«Tuve que decirlo porque de acuerdo con la Palabra de Dios, Génesis 1:27, Dios creó a un hombre y una mujer, y yo simplemente me mantuve firme».
Por negarse a cumplir, Melle recibió una última advertencia por escrito, fue degradado y amenazada con una suspensión indefinida.
Contraatacando
Sin inmutarse, la atrevida enfermera redobló su apuesta. En lugar de someterse a la intimidación LGBTQ+ Melle ha puesto una demanda ante el Christian Legal Centre.
Describiendo el caso como una lucha sin precedentes por los derechos de los cristianos, Christian Concern escribió en X que el caso de Melle se luchará por motivos de acoso y discriminación. CC dijo que también había un apoyo muy fuerte en los derechos humanos.
Argumentarán que el hospital violó el artículo 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Especialmente donde los burócratas de salud han tratado de obligar a Melle a ir en contra de sus creencias cristianas «tratando por obligarla a usar pronombres preferidos».
No se trata de que la CC exagere su caso. Melle va a luchar por algo más que por sí misma. Se une a una creciente lista de buenos maestros, mujeres y enfermeras cristianas que están siendo purgados de sus profesiones por la guerra woke de la policía del pronombre contra las mujeres y la clase trabajadora.
Más que esto, Melle se aferra a las palabras que Edward Mote escribió en 1834: «Mi esperanza se basa nada menos que en la sangre y la justicia de Jesús».
Melle le dijo al Telegraph: «Desde que expresé mis creencias cristianas bajo una presión extrema, he sido una mujer marcada».
Admirablemente desafiante, Melle le dio crédito a Cristo por el apoyo y su valentía, y le dijo a GBN: «Doy gracias a Jesús por darme el espíritu valiente que se apoya en la palabra de Dios. Soy una chica cristiana y amo al Señor».
Tendríamos razón si dijéramos: Amén.
«Sobre Cristo, la Roca sólida, estoy firme: todo lo demás es arena que se hunde».
Publicada en The Daily Declaration por Rod Lampard | 01 de abril de 2025 | UK Street Preaching Senior Nurse Faces Dismissal for Misgendering LGBTQ+ Sex Offender
