Otro día, otro escándalo de tráfico de personas en Planned Parenthood.
Lee el informe del New York Post:
Los correos electrónicos muestran a Planned Parenthood negociando los términos con respecto a la donación de fetos abortados para la investigación médica.
Los correos electrónicos hablan sobre el tejido fetal como cualquier otro producto, como el azúcar o el arroz, negociando despreocupadamente fetos de hasta 23 semanas de edad a partir de abortos electivos.
Un llamado «Plan de Investigación» presentado a la Junta de Revisión Institucional de la Universidad de California en San Diego (UCSD) y aprobado en 2018 afirma que los científicos querían 2.500 fetos de hasta casi el sexto mes de gestación para la experimentación.
Los correos electrónicos salieron a la luz a través de David Daleiden, del Center for Medical Progress (Centro para el Progreso Médico), que todavía hoy se debate en la guerra legal de 2010 lanzada por la antigua fiscal general de California, Kamala Harris.
Como señala el Post, vender bebés no nacidos cortados es un delito federal, pero donarlos y luego recibir «pagos razonables asociados con el transporte, la implantación, el procesamiento, la preservación, el control de calidad o el almacenamiento» de dichos bebés no lo es.
En este caso, Planned Parenthood empleó un escudo legal adicional al redactar contratos con UCSD que retenían los «derechos de propiedad intelectual» del tejido fetal con el gigante del aborto.
Viendo más allá del subterfugio legal, Daleiden le dijo al Post:
«Estos documentos muestran que Planned Parenthood está suministrando bebés sanos que tienen la edad suficiente para sobrevivir fuera del útero, desde abortos tardíos hasta los experimentos generadores de regalías de la Universidad de California».
De hecho, la mayoría de los bebés sanos que nacen a las 23 semanas sobreviven fuera del útero con suficiente atención médica.
La revelación de Daleiden también pone fin a los esfuerzos de los medios de comunicación tradicionales por minimizar la prevalencia y la gravedad de los abortos tardíos.
Monetizar subrepticiamente a bebés no nacidos que fueron abortados por razones electivas y que podrían haber sobrevivido si se les hubiera dado la oportunidad puede sonar como una monstruosidad mengeliana, pero es lo de siempre para Planned Parenthood:
Se trata de una organización que supuestamente vende partes del cuerpo humano, y es probablemente el mayor proveedor de medicamentos para personas transgénero en Estados Unidos. Realiza unos 390.000 abortos cada año, utiliza los impuestos de los contribuyentes estadounidenses para abortar bebés de color en el extranjero, fue fundada por la eugenista racista Margaret Sanger, cuenta con 2.200 millones de dólares en activos y cuenta con el apoyo de algunos de los gigantes empresariales más importantes de Estados Unidos.
Pero no por mucho más tiempo, si el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) se sale con la suya.
En un artículo de opinión del Wall Street Journal publicado el día antes de que estallara el último escándalo de Planned Parenthood, los arquitectos de DOGE, Elon Musk y Vivek Ramaswamy, señalaron al gigante financiado por los contribuyentes para recibir especial atención:
DOGE ayudará a poner fin al gasto federal excesivo apuntando a los más de $500 mil millones en gastos federales anuales que no están autorizados por el Congreso o que se utilizan de manera que el Congreso nunca pretendió, desde $535 millones al año para la Corporación para la Difusión Pública y $1.5 mil millones para subvenciones a organizaciones internacionales hasta casi $300 millones para grupos progresistas como Planned Parenthood.
Los grupos pro-vida han recibido la noticia con júbilo.
Para continuar con transparencia, la decisión de Vivek y Musk es aparentemente filosófica más que política, es decir, surge de instintos libertarios, no de convicciones conservadoras. Explican:
La burocracia arraigada y en constante crecimiento representa una amenaza existencial para nuestra república, y los políticos la han instigado durante demasiado tiempo. Por eso estamos haciendo las cosas de manera diferente. Somos empresarios, no políticos. Seremos como voluntarios externos, no como funcionarios o empleados federales…
Estamos ayudando al equipo de transición de Trump a identificar y contratar a un equipo reducido de defensores de un gobierno pequeño, incluidas algunas de las mentes técnicas y legales más agudas de Estados Unidos. Este equipo trabajará en la nueva administración en estrecha colaboración con la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca. Los dos asesoraremos a DOGE en cada paso para llevar a cabo tres tipos principales de reformas: rescisiones regulatorias, reducciones administrativas y ahorros de costos.
La pareja se refiere al «mandato electoral decisivo» de la reciente victoria de Donald Trump y la mayoría conservadora de 6-3 en la Corte Suprema como su impulso, y su oportunidad única en la vida para reducir el desorden en Washington y liberar a los contribuyentes de financiar causas que habrían horrorizado a los fundadores de Estados Unidos.
Horrorizados se habrían sentido ante las oscuras artes de Planned Parenthood.
Afortunadamente, con el grifo de la financiación cerrado, será un negocio en declive, ¡y las generaciones futuras nos estarán agradecidas!
Publicada en Mercatornet por Kurt Mahlburg | 29 de noviembre de 2024 | One final scandal at Planned Parenthood as the DOGE axe falls
