Australia: aborto de un gemelo sano, por error. La noticia la recogen diversos medios de comunicación
El pasado 22 de noviembre en el Royal Women´ Hospitalde Melbourne (Australia), los médicosabortaron a los ochomeses de embarazo,»un gemelo sano en lugar de su hermano quepadecíauna enfermedad cardíaca grave,»que a su vez fueextraídodespuésporcesárea.Si hubiera sobrevivido, el bebé tendría que haber pasado por varias operacionespara tratar sudefecto de nacimiento.Su madre había»tomado la decisiónangustiosa»de tener sólo elniño sano yde abortar al bebémediante una inyección.
En un comunicado,el hospitalha lamentadoeste «accidente clínico»:»Esuna tragedia terribley el hospital estáprofundamente apenado porla pérdida sufridapor la paciente ysu familia».
Se entiende que esta madre al ver que su hijo ha sido abortado por un error se sienta muy dolorida. Iba a tener dos hijos. A uno ella decidió que le quitasen la vida para que no sufriese ya que no estaba en perfectas condiciones, pero los técnicos se equivocaron, y se la quitaron al que sí quería tener ya que estaba sano. Al final se ha quedado sin ningún hijo.
Si los médicos hubiesen acertado en poner la inyección letal al hijo con problemas de corazón, el equipo sanitario seguramente se habría felicitado por haber impedido que naciese un niño enfermo. Mejor que no sufran los enfermos. Mejor que se les quite la vida antes de que los veamos.
Siguiendo este razonamiento entiendo la legislación holandesa y belga que ya favorece que los padres aunque haya nacido el niño puedan decidir acabar con su vida si está enfermo grave.
Sencillamente me parece delirante la descripción de los hechos. Es cierto que podríamos utilizar términos que fuesen suaves para que no sintiésemos la herida en el corazón al escucharlos.
Quizá por el contrario va siendo el momento de aceptar la realidad tal como la estamos construyendo. No es un problema de ser avanzados éticamente o conservadores. La cuestión es si la medicina y la sociedad van a continuar utilizando sus recursos para ayudar y acompañar a los más débiles, o por el contrario, nos desentendemos de ellos, no los acompañamos y agradecemos que sean quitados de en medio.
-
fjrhttps://www.bioeticablog.com/author/admin/
-
fjrhttps://www.bioeticablog.com/author/admin/
-
fjrhttps://www.bioeticablog.com/author/admin/
-
fjrhttps://www.bioeticablog.com/author/admin/
Comments 3
¿En serio? ¿La sociedad ha ayudado alguna vez al más débil? Eso es nuevo. ¿Podrías explicarlo?
Seguro que echando un vistazo a nuestro alrededor encontramos mucha gente que ayuda al débil. Esa mucha gente, también es la sociedad