Texas manejará el tratamiento trans a menores como ‘abuso infantil’

Texas podría enjuiciar a los padres que permiten que sus hijos cambien de género como abusadores de niños, dice su gobernador, Greg Abbott.

En una carta enviada esta semana al Departamento de Familia y Servicios de Protección, Abbott dijo que la agencia “es responsable de proteger a los niños del abuso”. Advirtió que los maestros, médicos, enfermeras y otras personas que no denuncien el presunto abuso podrían incurrir en sanciones penales.

El gobernador estaba respondiendo a una opinión formal redactada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, que crea una justificación legal para este controvertido paso. Las “opiniones” no tienen fuerza de ley, pero se espera que los funcionarios públicos las sigan.

El transexualismo es causa de esta moda, incluso en un estado conservador como Texas, y la directiva de Abbott fue rechazada por algunos fiscales.

“Mi oficina no participará en estos juegos políticos de mala fe”, declaró un fiscal de distrito en un comunicado. “Como abogados que manejamos estos casos, tenemos el deber de ser sinceros con los tribunales sobre lo que realmente dice la ley. Continuaremos siguiendo las leyes en los libros, no la ‘opinión’ políticamente correcta y legalmente incorrecta del [fiscal general] Paxton”.

El activista trans Chase Strangio, que maneja casos transgénero para la ACLU, tuiteó que: “Esto es una pesadilla absoluta. Apoyar a su hijo NO es abuso infantil y las familias serán protegidas y defendidas lo mejor que podamos y si necesitamos ayudarlo a salir de Texas, también lo haremos. Lamento que este sea el horrible mundo en el que vivimos”.

Sin embargo, el argumento del Fiscal General tiene mucho sentido si se lee desapasionadamente. La mayoría de los debates sobre tratamientos para niños trans giran en torno a su «experiencia vivida de disforia de género«. La opinión de Paxton lleva el argumento en una dirección diferente. Los procedimientos de “cambio de sexo” violan el derecho de los niños a la procreación.

El tratamiento médico casi siempre consiste en administrar testosterona a las niñas y estrógeno a los niños, lo que puede dejarlas infértiles. No es un toque cosmético reversible sino un cambio para toda la vida. Después del tratamiento hormonal, vienen opciones quirúrgicas alucinantes:

• Mastectomías dobles.
• Castraciones.
• Extirpación del pene.
• Histerectomías.
• Vaginoplastias (creación quirúrgica de una vagina para un hombre).
• Faloplastias (creación quirúrgica de un pene para una mujer). Todos estos tienen un riesgo de complicaciones graves.

Y es que, tras toda la intervención médica, no habrá “cambio de sexo”. “Ningún médico puede reemplazar un órgano sexual masculino en pleno funcionamiento con un órgano sexual femenino en pleno funcionamiento (o viceversa)”, escribe Paxton. «En realidad, estos procedimientos de ‘cambio de sexo’ buscan destruir un órgano sexual en pleno funcionamiento para crear cosméticamente la ilusión de un cambio de sexo«.

Pero el argumento central de Paxton es que a estos niños se les niega su derecho fundamental a poder procrear.

“Dada la naturaleza excepcionalmente vulnerable de los niños y los claros peligros de la esterilización demostrados a lo largo de la historia, es importante enfatizar el quid de la cuestión que usted presenta hoy: si facilitar (padres/consejeros) o realizar (médicos) procedimientos y tratamientos médicos que podrían privar permanentemente a los niños menores de edad de su derecho constitucional a procrear, o perjudicar su capacidad de procrear, antes de que esos niños tengan la capacidad legal para dar su consentimiento a esos procedimientos y tratamientos, constituye abuso infantil”.

¿Puede un niño realmente dar su consentimiento informado para la esterilización? En Texas, la mayoría de edad es 18 años, pero Medicaid establece la edad de consentimiento para la esterilización en 21 porque los menores son más susceptibles a la coacción.

Los niños trans a menudo dicen que no les importa perder su fertilidad porque no les interesa tener hijos. Esta es una clara evidencia de su inmadurez. Muchas mujeres dicen lo mismo, pero luego entran en pánico cuando tienen más de 30 años y en su reloj biológico suena una alarma.

El Fiscal General cita un precedente de un caso de 1942 decidido por la Corte Suprema de los Estados Unidos, Skinner v Oklahoma. La decisión describió la esterilización como un mal indiscutible incluso para los delincuentes habituales:

“El poder de esterilizar, si se ejerce, puede tener efectos sutiles, de largo alcance y devastadores. En manos malvadas o imprudentes puede hacer que se marchiten y desaparezcan razas o tipos que son enemigos del grupo dominante. No hay redención para el individuo a quien toca la ley. Cualquier experimento que el Estado lleve a cabo le perjudica irremediablemente. Se le priva para siempre de una libertad básica»,

Y según la ley de Texas, los procedimientos de «transición» constituyen abuso infantil. Es difícil no estar de acuerdo cuando los hechos médicos están claramente expuestos. «El Código de Familia de Texas es claro: causar o permitir un daño sustancial al niño o a su crecimiento y desarrollo es abuso infantil», escribe Paxton.

Los tribunales han sostenido en el pasado que la extirpación quirúrgica de una parte del cuerpo puede constituir una lesión real para un niño. Muchos de los procedimientos involucrados en la cirugía de reasignación de sexo podrían considerarse como mutilación genital femenina, lo cual está claramente prohibido.

Con demasiada frecuencia, la “transición de género” se describe en los medios de comunicación como fácil, indolora y gratificante. La opinión del Fiscal General de Texas lo expone en toda su sombría realidad: mutilar cuerpos jóvenes sanos y trastornar sus vidas psicológicas y emocionales. Más allá de la exageración y la histeria, es indiscutible que se trata de abuso infantil.

En cierto modo, Chase Strangio ha acertado. Cuando se anima a los niños a mutilarse y esterilizarse, es un mundo horrible..