El martes 25 de enero se aprobó definitivamente en Francia el proyecto de ley destinado a prohibir las “terapias de reorientación o de conversión”. Los 142 diputados presentes en el hemiciclo votaron a favor del texto resultante de la comisión paritaria conjunta y ya aprobado por los senadores el 20 de enero.
Esta ley crea un nuevo delito en el Código Penal francés. Las penas impuestas son de dos años de prisión y 30.000 euros de multa. Tres años de prisión y multa de 45.000 euros en caso de «circunstancias agravantes«.
Pero, ¿en qué consisten esa terapias que parecen tan peligrosas? El contenido ha variado con el tiempo. Al principio se trataba de aplicar acciones a personas que sentían atracción por personas del mismo sexo con el fin de orientarlas hacia personas del sexo contrario. Posteriormente con la irrupción de la ideología de género el concepto se ha ampliado a terapias que quieren revertir el género sentido al que correspondería al sexo biológico.
En el texto de la ley francesa aprobada se definen como “las prácticas, conductas o manifestaciones reiteradas que tengan por objeto modificar o reprimir la verdadera o supuesta orientación sexual o identidad de género de una persona, y que tengan por efecto alterar su salud física o psíquica».
¿Qué se sabe sobre este tema?
- En ocasiones se llevaron a cabo acciones violentas para reorientar a personas homosexuales.
- Las terapias de orientación llevadas a cabo por profesionales de la psiquiatría o de la psicología en estos últimos años con personas homosexuales en ocasiones han logrado su objetivo y en otras ocasiones no.
- No se ha encontrado que haya un gen que produzca la homosexualidad. El origen de la situación de transgénero todavía es más confuso.
- Los niños o adolescentes que se manifiestan como transgénero muy frecuentemente pasan a reconocerse como del género coincidente con su sexo biológico terminada la adolescencia.
- Las acciones que se estaban llevando a cabo con terapias hormonales y quirúrgicas con prepúberes y adolescentes de forma intensiva en Suecia (Karolinska), Australia (Westmead) y Reino Unido (Tavistock) han sido suspendidas.
- La OMS retiró la homosexualidad de la relación de enfermedades psíquicas.
Ideología de género
Vistas así las cosas parece que la situación es bastante compleja, y por tanto parece que hay que ser prudentes y escuchar mucho a los profesionales de la salud, y a las personas en esa situación, o a sus padres cuando son niños o adolescentes.
La nueva ley francesa sin embargo, impulsada por la potente ideología de género, ni ha escuchado a los padres ni a los profesionales. Ningún padre o ningún profesional de la salud van a poder decir nada bajo pena de fuertes multas y de prisión.
“No hay nada que curar. Ser uno mismo no es un delito, no debemos intentar cambiar la identidad de género o la orientación sexual”, han afirmado el Presidente Macron y su Ministra de Igualdad Elisabeth Moreno. Solo unos políticos insensatos o fuertemente ideologizados, pueden pensar que una realidad tan compleja como es la homosexualidad o la disforia de género la resuelven con una ley. Si se han equivocado quienes lo sufrirán no serán los políticos ni los ideológos, sino las personas y las familias.
Nueva dictadura
A partir de ahora cuando sexo biológico, orientación sexual y género son coincidentes se puede ofertar experiencias de cambios y se promoverá cualquier cambio en esa coincidencia como fruto de la libertad personal.
En cambio cuando habiendo alguna discrepancia entre orientación, cuerpo o género, se pretenda hacer que coincidan se reprimirá y castigará cualquier acción en esa línea.
Lo que antes era un delito ahora se considera ejercicio de libertades individuales, y lo que ahora debería ser ejercicio de libertades individuales pasa a considerarse delito. No parece que esté habiendo un equilibrio en el tratamiento de estas situaciones. Más bien parece el paso de una dictadura a otra.
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