Una de las cuestiones que separa la posición antropológica de Benedicto XVI y el Presidente Obama es el aborto. Benedicto XVI, de acuerdo con la enseñanza originaria de la iglesia católica, ha manifestado repetidas veces:
- el aborto es una acción que no puede ser justificada en ningún caso porque atenta contra el derecho básico de cualquier individuo: la vida humana;
- este valor debe ser defendido en cualquier sociedad si quiere constuirse sobre la dignidad humana, y en concreto si quiere ser cada vez más democrática;
- se debe ayudar a todas las personas a tener una paternidad responsable.
Obama, que ha manifestado tener un pensamiento cristiano, por su parte:
- ha levantado las restricciones a la financiación de organizaciones abortistas.
- su secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha afirmado que es objetivo de la administración estadounidense promover que el aborto sea legal en todos los estados.
- quiere que disminuya el número de abortos.
En estas últimas semanas se había planteado si podría darse un encuentro entre ambos dignatarios, y, sobre todo, si saldría el tema del aborto en la conversación, o quedaría en un encuentro «sin puntos calientes». La ocasión para verse ha sido la reunión del G-8 en Italia.
Los medios, habían transmitido distintas imágenes de la situación. Por una parte Obama sería un demonio para la iglesia católica, por su postura abortista. Otros -p.e. algunos artículos de L’Osservatore Romano- han alabado las propuestas sociales de la nueva administración estadounidense.
Quizá una postura especialmente equilibrada fue la de Mary Ann Glendon quien renunció a su premio en Notre Dame (una de las principales universidades católicas americanas), porque se le quería conceder en la misma celebración en la que se daba el doctorado honoris causa a Obama (ver). Su posición fue: sí a Obama, presidente USA, en una graduación universitaria; no a doctorar sus ideas abortistas.
El resultado ha sido que la reunión ha sido cordial, y que entre otros temas -como es lógico- se ha hablado del aborto. Es más, a diferencia de otras ocasiones, Benedicto XVI ha regalado a Obama un ejemplar de la encíclica «Caritas in veritate» y otro de la instrucción «Dignitas personae» (sobre temas bioéticos del comienzo de la vida). El presidente americano a prometido leer ambos escritos.
Lo que todo esto pone de manifiesto es la voluntad de los dos más importantes líderes, al menos de Occidente, de dialogar exponiendo las razones de su postura ante el aborto.
Tres aspectos:
- no atacarse como paso previo al encuentro.
- hablar y escuchar las argumentaciones mutuas
- proponerse continuar trabajando en común, sin que eso signifique trabajar en la misma dirección.
En lugares donde el diálogo es un slogan, pero no una práctica, resulta esperanzador ver estos ejemplos.
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