En Estados Unidos, un donante de esperma de 48 años celebró el nacimiento del hijo número 165 de sus gametos. Ari Nagel planea dejarlo cuando cumpla 50 años. “Físicamente puedo continuar, pero puede haber mayores riesgos de autismo en hombres mayores”, explica.
Mujeres embarazadas y niños en todo el mundo.
«Tengo diez mujeres embarazadas en Estados Unidos, Canadá, Asia, África y Europa… Las de Zimbabue y Long Island darán a luz en julio, las de Israel y Queens en agosto«, dice Ari Nagel, y añade que una de las madres de sus hijos biológicos, una mujer que vive en Francia, dará a luz «en cualquier momento«.
El hombre continua donando muestras de esperma a una o dos mujeres por semana, «a veces a través de clínicas y otras veces en encuentros cara a cara, pero no sexuales«.
Explica que quiere «intentar ser un mejor padre para [sus] 165 hijos«. Ari Nagel dice que ve a muchos de sus hijos e hijas «a menudo», «principalmente a los 56 que viven en Nueva York, los 20 de Nueva Jersey y los 13 de Connecticut«.
Aún no ha conocido a 34 de los niños nacidos gracias a sus donaciones de esperma. «Algunas madres no quieren que participe, pero les doy la oportunidad de cambiar de opinión, y la mayoría lo hace cuando el niño es un poco mayor y empieza a hacer preguntas«, dice Ari Nigel.
Una mujer australiana podría tener 700 hermanos
Como uno de cada 18 bebés que nacen hoy en Australia, Katherine Dawson es fruto de la fecundación in vitro. Esto no supuso ningún problema para ella hasta que descubrió que la donante de la que es hija biológica había estado donando durante al menos seis años -entre 1983 y 1989- con distintos nombres, en seis clínicas y cuatro hospitales. En los años 70 y 80, los donantes podían cobrar 10 dólares por donación y hacer varias donaciones. Katherine podía tener 700 hermanos y hermanas.
En Australia, ahora es ilegal pagar a los donantes, pero se les pueden reembolsar los gastos de viaje, por ejemplo. En general, un solo donante debe ser capaz de «crear un máximo de cinco o diez familias», según el Estado.
Además, los donantes de esperma ya no pueden ser anónimos. Katherine Dawson pudo encontrar su identidad y reunirse con él. También pudo identificar a 56 de sus hermanastros que viven en Victoria, Australia Meridional, Queensland, el Territorio de la Capital Australiana y en el extranjero. La joven quiere advertirles, pues se ha enterado de que existe riesgo de cáncer intestinal en varios de ellos, incluida ella misma. Además, el donante padece esquizofrenia.
Ahora, las clínicas de FIV exigen que los donantes analicen su esperma y reciban asesoramiento genético para examinar sus antecedentes familiares.
Publicada en Genethique | 25 de junio de 2024 | PMA avec donneur : des dizaines de demi-frères et sœurs biologiques, parfois des centaines
