Dos noticias de esta semana me han ayudado a reflexionarsobre una de lastareas pendientes de la bioética: transmitir a la sociedad su forma de trabajar que es el debate pluridisciplinar.
La primera noticia ha sido la resolución –Résolution 1859(2012)– ,y posterior recomendación –Recommendation 1993 (2012), aprobadas el pasado 25 de enero en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. En ellas se pide que los Estados fomenten y legislen para difundir y unificar los testamentos vitales, o voluntades anticipadas.
Con este motivo, la resolución recoge que: «la eutanasia, entendida como el acto intencionado de matar por acción u omisión a un ser humano dependiente por su supuesto beneficio, siempre ha de ser prohibida».
Aunque no fueseel objeto de la reunión, la Asamblea ha vuelto a definir qué es la eutanasia, ha reafirmado que debe ser prohibida, y como consecuencia ha puesto un límite a las prácticas médicas que se pueda exigir en los testamentos vitales.
Los representantes españoles han votado a favor, con excepción del canario Arcadio Díaz Tejera que se ha abstenido –ver todas las votaciones aquí-.
La segunda noticia ha pasado mucho más desapercibida porque se refiere a un hecho de rango menor. A finales de enero el BVA francésha llevado a cabo una encuesta – encargada por la Chambre des Notaires de Paris-,sobre la actitud de los franceses ante la eutanasia. En ella a la pregunta: «Vous personnellement, íªtes-vous favorable ou opposé í ce que l´euthanasie soit danscertains cas autorisée en France, lorsqu´une personne atteinte d´une maladie incurable enphase terminale la réclame ?»,el 84 % se han mostrado favorables a la eutanasia.
Me ha llamado la atención esta paradoja: los eurodiputados afirman una cosa, y la población de un país como Francia, elige la contraria. Sin caer en el tópico de la distancia entre los políticos y el pueblo, me parecía que había que buscar una explicación.
Me ha parecido muyacertada la que ha ofrecido Christian Lefebvre, presidente de la corporación que ha encargado la encuesta. «La sociedad, dice, proclama el «derecho a…» la maternidad, el matrimonio, la muerte digna …, sin preguntarse demasiado sobre el derecho de los implicados: «el niño», «la pareja», «los enfermos». De este modo, en la práctica, se producen conflictos importantes entre los derechos de unos y otros.
En la mayor parte de los debates sociales, las soluciones simplistas y unívocas, son peligrosas. Antes de legislar a favor de la eutanasia, basándose en sondeos, ¿no sería necesario un debate social más serio en el que los expertos explicasen las diversas posibilidad de cuidados paliativos, consecuencias legislativas, sedación, etc. La cuestión es si, más allá delos planteamiento profundos pero generales, la opinión públicaestá suficientementeinformada, técnica ysociológicamente hablando,para decidir sobre cuestiones y consecuencias prácticas que conoce poco».
Lógicamente él piensa que no, y yo estoy de acuerdo con él. Se está investigando en muchos temas de bioética, y son frecuentes los Congresos que, en principio, se organizan para debatir sobre estos temas. También, cada vez más la bioéticaestando presente entrelas materias curriculares de los escolares. Pero hay mucho que hacer para transvasar lo que se está investigando a la sociedad.
En esta línea se ha puesto en marcha el portal bioeticawiki.com. Se busca aprovechar la plataforma mediawiki, que tiene carácter colaborativo, para recoger los diversos planteamientos que se pueden hacer en estos temas, de tal modo que cada uno pueda elaborar libre e informadamente elaborar su pensamiento. Ya hay bastantes voces, pero su éxito y su utilidad va a depender de la colaboración de los que entiendan su importancia, y estén dispuestos a trabajar en ella.
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Comunicarla, sí, y romper la pesada capa de indiferencia que las masas tienen ante todo… Por ahora ser selectivo e intentar «despertar» a aquellos más porosos a la realidad.