La Asociación Médica Suiza ha aclarado su actitud hacia el suicidio asistido, y es muy restrictiva frente a las crecientes presiones a favor de su liberalización. El suicidio asistido ha sido legal durante décadas en Suiza, pero desde 1990, Suiza se ha convertido en un refugio para los extranjeros que buscan morir.
Las directrices emitidas el mes pasado declaran que “el suicidio asistido de personas sanas no es médica ni éticamente justificable”. Así, las personas sanas que quieran acabar con su vida deben demostrar que su sufrimiento es “insoportable”, y que “otras opciones han resultado infructuosas o son rechazadas por el paciente por irrazonables”.
Los pacientes también deben tener al menos dos reuniones con un médico, con al menos dos semanas de diferencia, antes de la decisión final para asegurarse de que su deseo sea «bien considerado y duradero».
Las pautas subrayan que el médico es libre de negarse a cooperar:
Sin embargo, el verdadero papel de los médicos en el manejo de la agonía y la muerte consiste en aliviar los síntomas y apoyar al paciente. Sus responsabilidades no incluyen ofrecer el suicidio asistido, ni están obligados a realizarlo. El suicidio asistido no es una acción médica a la que los pacientes puedan pretender tener derecho, aunque se trate de una actividad legalmente permitida.
Las directrices alinean a la asociación médica con las directrices éticas publicadas en 2018 por la Academia Suiza de Ciencias Médicas. Aunque no son legalmente vinculantes, formarán parte de un código ético para los médicos suizos.
Las directrices fueron criticadas por las principales organizaciones suizas de suicidio asistido. En una declaración conjunta, se quejaron de que las directrices dificultarían la prestación de ayuda a quienes desean poner fin a su vida. Afirman que la exigencia de que el médico decida la «gravedad» del estado del paciente vulnera el derecho del individuo a definir su sufrimiento.
¿Cambiará la postura de la Asociación Médica Suiza el funcionamiento del suicidio asistido en Suiza? Quizás no.
El doctor Philip Nitschke, un activista australiano que trabaja en una clínica suiza de suicidio asistido, se mofó en Twitter: «A la Asociación Médica Suiza no le gusta que los médicos no controlen el proceso… pero por suerte, la Asociación Médica no hace la ley… y hasta que lo haga, la gente sana puede efectivamente recibir ayuda para morir en Suiza«.
Publicada en Bioedge por Michael Cook | 21 de junio de 2022 | Swiss doctors back restrictions on assisted suicide