domingo, 9 de febrero de 2025

La película: Jurado Nº 2

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Algunos datos

Dirección: Clint Eastwood.
Intérpretes: Nicholas Hoult, Toni Collette, J. K. Simmons, Kiefer Sutherland.
Estreno: 31 de octubre de 2024.

Argumento y Reflexiones

El protagonista es un joven periodista, exalcohólico, Justin Kemp, enamorado de su mujer, que le ha ayudado a su recuperación y a la que desea cuidar y proteger dado que está embarazada, hay un alto riesgo y está a punto de salir de cuentas.

Justin ha sido llamado para ser miembro de un jurado en un juicio por asesinato de alto perfil, en el que la víctima es una mujer joven, Kendal Carter. El homicidio ha ocurrido a altas horas de la madrugada en una pequeña localidad del estado de Georgia. El cadáver de Kendall fue hallado horas después de su muerte por un senderista justo en un tramo de la ruta que está marcado por un cartel que les advierte a los automovilistas que tomen precauciones: por allí pasan ciervos.

Se platea un importante dilema moral para Justin pues su opinión puede influir plenamente en el veredicto del jurado y, en función de la misma se puede condenar o liberar al que parece ser el responsable del asesinato, James Sythe, novio de la víctima. Un tipo agresivo y proclive a la furia, con una historia de violencia; ambos en una relación tóxica.

Se da la coincidencia de que habían discutido públicamente en una noche lluviosa. Por este motivo es fácil creer que James es el asesino. La cuestión clave es que si Justin cuenta lo que sabe se exculparía al posible asesino, pero el precio es que Justin podría perder su vida y la de su familia.

El director

De esta magnífica película, que es la número cuarenta de su producción, es el nonagenario Clint Eastwood, con su excelente pulso narrativo ante una situación compleja y en la que se ve que todos los que participan, abogados, jueces y pueblo, desean terminar cuanto antes el juicio.

Eastwood, una vez más es maestro de cine, creador de personajes con matices, muy reales. Es una película que, en opinión de muchos: perdurará; mantiene alerta al espectador también con el complemento de los oportunos flash-backs y una excepcional habilidad del montaje.

Sobre todo por las personalidades, que puede decirse se perciben reales, de todos los que intervienen. La trama mantiene el suspenso hasta el final sin saber cómo quedará resuelto el juicio y si realmente es justicia lo que se vive y aplica. El caso es que con las diversas informaciones de unos y otros, la película se complica y el resultado final es un punto clave de ética, un complejo y grave conflicto de conciencia.

Cinematográficamente

Resalta como en la primera parte el director presenta claramente la situación, lo que, curiosamente conlleva a que el espectador queda atrapado ante lo incierto de la intimidad del realmente culpable. No es posible el “adormecimiento moral” como ha señalado algún crítico. No es, que lo es, una película entretenida, sino una lección de los auténticos dramas de cada uno, y encima perfectamente desarrollados.

La cosa es que a todo el mundo gusta. No se sabe si por el sentido de culpa, o por el sentido del deber y, por supuesto por el respeto a todos y por el miedo a perder. Se ha escrito que es un festival de emociones.

Interesa ver la actitud de la fiscal, Faith Killebrew, persona fría con posibilidades de ser y lo desea, la fiscal de distrito, para lo cual este caso puede darle créditos. Se trata de unir y resolver todo claramente: lo que van afirmando los miembros del jurado, la borrachera de Sythe y de la novia, el abandono del bar primer de ella y seguida rápidamente por él; la marcha por un camino escarpado, y la clara posibilidad de haber sido
golpeada y por ello caer muerta.

Se refleja cierta prevención para admitir la “duda razonable”, punto importante. Lo impresionante es el retrato interior de Justin durante la sesiones, con su mujer, y en su soledad; el drama de su conciencia.

Se podría hablar de casi todos los personajes que intervienen, pero ya solo se citará al ex detective, Harold, honrado, sensato, experimentado e intuitivo; y pudiendo aportar tanto, los protocolos inhumanos lo prohíben.

¿Qué puede aportar la película desde la Bioética?

Un diálogo abierto. Por eso, se añade parte de la espléndida reflexión de Luís Martínez, que sirve para estudiar el director de la película, para la radiografía de la misma, y, principalmente para el aprendizaje de los espectadores. Dice así:

Cuenta Cicerón en su tratado sobre la vejez que Platón murió a los 81 y que la muerte le sorprendió en plena redacción de su último libro; que Sócrates escribió a los 94; Panatenaicos; Y se sabe que vivió un quinquenio más) y que su maestro Leontino Gorgias cumplió los 107 y cuando le preguntaron por qué quería seguir viviendo, contestó: No tengo nada que reprochar a la vejez. Es posible imaginarse a Clint Eastwood y sus 94 irreprochables años delante de su último trabajo y no queda otra que rendirse. No está claro que Jurado Nº 2; sea su última película, pero si así fuera, pocos adioses tan perfectos, tan vitales y tan ajenos a su condición de despedida.

Jurado Nº 2, insiste en buena medida en las dos por las heridas de la culpa, por el sentido de la justicia y por los inconvenientes de la vida en común; retoma ese cauce oculto de un cine en el que el más furioso de los libertarios convive con el más cabal de los moralistas.

A distancia de esa obsesión reciente por los esforzados héroes anónimos, se diría que el cineasta vuelve a
lo mejor de sí no tanto para purgar penas o hacer balance como para simplemente recordarse y recordar que, a veces, el mejor cine descansa en un simple plano detenido sobre una mirada que huye, un gesto furtivo que delata o nada más que una duda” 1 .

Jurado Nº 2 recuerda a Sidney Lumet de hombres sin piedad;. El hombre elegido como miembro del jurado popular no es el acusado, pero sí el culpable. Las deliberaciones atormentan su intimidad puesto que él se sabe inocente; ha sido un error no demostrable

¿Quién puede amparar su no culpa?

¿Cuál puede ser su destino?

El espectador se une al peso de las miradas, de la ambigüedades…todo a modo de espejos de las propias experiencias. Alguien ha dicho certeramente que el resultado es una película que también es una prueba de vida.

Definitivamente, en la vejez de Eastwood caben todas las juventudes del mundo. Y, por último, un detalle: .El primer plano de la película «Jurado nº2» es el de una mujer con los ojos vendados, el penúltimo es el de otra
mujer con los ojos bien abiertos. Puede decirse que siempre y en todo la luz de la verdad hay que buscarla y encontrarla. Es lo más real, lo más importante, lo más valiente.


 

1 LUIS MARTINEZ., https://www.elmundo.es (30/X/2024)

 

Publicada en Cine y Bioética |  23 de enero de 2025 | La película: Jurado Nº 2

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