La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cogido la gripe. No está claro si es la gripe A, pero desde luego está enferma. Es una lástima, porque un organismo internacional de tanta influencia en todas las naciones debería gozar de buena salud.
Es precisamente en el ejercicio de sus recomendaciones para que los ciudadanos gocen de buen estado, donde la OMS se ha puesto enferma. El año pasado redefinió el concepto de pandemia, para que fuese mucho más amplio. El 11 de junio de 2009 la Dra. Margaret Chan, directora de la OMS, anuncio la pandemia de la esta gripe A. Inmediatamente se «convenció» a los estados para que se procurasen dosis masivas de medicamentos y vacunas contra esa gripe. En prevención de esta última, España compró 13 millones de dosis de vacuna -por valor de 90 millones de euros-, de las que se han usado solo dos millones, el resto están a punto de caducar.
Pero también podemos recordar otras alarmas mundiales recientes: el SARS, o neumonía asiática, en 2002 (800 muertos), la gripe aviar iniciada poco después (300 muertos).
Esta desproporción entre el mensaje alarmante, la disposición notable de recursos, y la realidad de lo que ha ocurrido después ha hecho saltar la sospecha entre diversos colectivos. El British Medical Journal (BMJ), ha publicado el pasado 3 de junio un estudio de investigación WHO and the pandemic flu «conspiracies». Conflicts of Interest, en el que concluye qu la OMS ocultó los vínculos financieros entre sus expertos y las farmacéuticas Roche y Glaxo, fabricantes de Tamiflú y Relenza, los fármacos antivirales contra el virus H1N1. Este artículo se une al conjunto de estudios que han surgido en todo el mundo -incluido el Consejo de Europa- sobre la gestión de estas alarmas. Se ha puesto de manifiesto que en el seno de la organización hay intereses ajenos a la trasparencia que debería tener una organización internacional.
Este hecho se une a la voces que están surgiendo en estos últimos años poniendo en duda la pureza de organismos internacionales. La Onu está promoviendo la imposición del aborto en todo el mundo. Con ella colaboran estrechamente la multinacional IPPF. También Amnistía Internacional ha asumido el papel de perseguidor de los países que no legalizan el aborto. Igualmente Unicef ha recibido importantes críticas por su contribución al aborto. Tras la aprobación de la píldora del día después, importantes intereses comerciales han presionado para su dispensación sin la intervención del médico.
Evidentemente no se trata de demonizar todas estas instituciones internacionales, porque tienen un importante trayecto de beneficio a la humanidad. También es lógico que la internacionalización de los organismos sea una exigencia necesaria en el mundo de la globalización. Sin embargo también es evidente el peligro que se corre cuando muchos dejan en manos de pocos decisiones importantes para sus propias vidas, o para sus colectivos.
Siempre se podrán mejorar los controles sobre los protocolos en la toma de decisiones. Pero me parece que es una cuestión más de cultura ética de la sociedad. ¿Por qué dejamos que otros tomen decisiones que van a afectar a nuestra propia vida? Una visión torticera de la democracia puede aceptar que una vez dado el voto, el elegido queda investido del poder para conducirnos donde quiera. En ese sentido se puede enajenar la autonomía personal para evitar el esfuerzo de tomar decisiones y llevarlas a cabo: que otros decidan, con tal que yo pueda elegirlos cada cuatro años.
Cabe otro enfoque. El que manda está al servicio de los demás, y por tanto su papel es subsidiario respecto al ejercicio de la libertad de los ciudadanos. No está para decidir lo que quiera, sino para ayudarme, a que yo decida lo que quiera, exigiéndome la responsabilidad social de mis actos. Por tanto cuando veo que miente, o que busca su interés partidista, o que aprovecha su autoridad para obtener fines personales, debería ser rechazado por cualquier ciudadano. No se trata de que sea de los míos o de los otros. Para ser honestos, todos debemos obrar con rectitud respecto a la verdad y el bien, por encima de colores o partidos.
Las instituciones internacionales son muy convenientes para el desarrollo de la sociedad, pero pueden ser nefastas si no las dirigen hombres honestos, o si no se dirigen a hombre honestos.
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Comments 6
No hay derecho a esta manipulación de lo que de difunde entre los habitantes del mundo. A estas organizaciones hay que exigirles transparencia y veracidad. La ONU debería hacer público los que falsifique o oculten datos que puedan aclarar el porque de una situación que quiere denunciarse.
José Luis Mota Garay
La acusación es muy peligrosa,Gracias a La OMS y su compromiso con los países se ha conseguido la erradicación de la Viruela,la eliminación de la Polio en la mayoria de los países del mundo y la Reducción del Sarampión(campaña que se intento despretigiar por un efecto no demostrado sobre el autismo y que hoy ha sido totalmente descartado). El lanzar esta acusación sin evidencias nos parece no ético
Padre:
No es ningún secreto que la industria farmaceutica no juega demasiado limpio, por decir algo suave en extremo.
Hace no mucho un conocido que trabaja como comercial de productos farmaceuticos me recomendó un libro sobre el oscuro mundo del negocio de la salud humana… lo tengo en casa, si así lo desea le dejo las señas.
En la sociedad en la que vivimos las personas hemos dejado de ser tal, para tornarnos en «consumidores-productores». Triste pero cierto…
Un aparatado muy interesante fue lo acontecido con el edulcorante Espartamo, producto nocivo que la OMS ha permitido comercializar sin problema alguno.
¡Ah, otra cosa!
Las instituciones serán muy importantes y estarán conformadas por mucha gente «seria», pero eso no me dice nada. Lo que me habla de una institución son sus actos.
Saludos.
Por cierto señor Málaga… argumentos puede haber muchos, pero tenga en cuenta que sin voluntad de tenerlos en cuenta poco pueden valer.
Las únicas velas que enciendo son a la Santísima Virgen y la Santa Trinidad, y los únicos dogmas los de la Santa Madre Iglesia.
La OMS, la ONU, el FMI y demás pueden perfectamente ser puestos en tela de juicio…
Faltaría más, ¿verdad?
Un saludo.
Efectivamente son necesarias las pruebas. Por eso se citan algunos estudios y hechos.
En cualquier caso es evidente la gran contribución de la OMS a la salud en todo el planeta. Afirmar que tiene gripe, no es decir que esté muerta, sino que habría que buscar antídotos para esa ligera enfermedad.
¿Y qué? ¿Porque la OMS haya contruibuido a la salud mundial, hay que ocultar las malas artes de la OMS actual en motar una pandemia de pánico para engordar la cuenta de resultados de la industria farmacéutica?