La “Ley del Derecho a Crear Familias” (The Right to Build Families Act), presentada en el Senado de los Estados Unidos a fines del año 2022, ha pasado desapercibida, pero promete generar debates bioéticos en 2023.
La legislación tiene por objeto proteger a los proveedores de tecnologías de reproducción asistida y a sus clientes tras Dobbs, la decisión de la Corte Suprema de EE. UU. que anuló Roe v. Wade.
Las clínicas de FIV están preocupadas de que los estados antiaborto también intenten restringir la FIV.
«Tras la anulación del caso Roe contra Wade por el Tribunal Supremo, es comprensible que muchas mujeres y familias estén preocupadas por su acceso a la atención sanitaria y su capacidad para planificar su propia familia. En este momento, estamos viendo en la comunidad antiabortista un complot para impulsar nuevas políticas más radicales, como los llamados ‘proyectos de ley de la personalidad’, que irían aún más lejos en el control de los cuerpos [de las personas]. Estas iniciativas podrían prohibir tratamientos de fertilidad como la fecundación in vitro, que muchos estadounidenses necesitan para fundar o ampliar sus familias», declaró a la revista Parents la senadora Tammy Duckworth, copatrocinadora del proyecto de ley. Duckworth tiene dos hijas por fecundación in vitro.»
Las principales disposiciones de la nueva ley son:
- Prohibir que los estados limiten el derecho de cualquier persona a acceder a ART;
- Prohibir a los estados regular los materiales genéticos reproductivos , incluidos los gametos;
- Proteger a los proveedores de atención médica que brindan TAR o asesoramiento relacionado;
- Permitir que el Departamento de Justicia inicie acciones civiles contra los estados que violen la legislación; y
- Permitir que el Fiscal General de los EE. UU., las personas y los proveedores de atención médica inicien acciones civiles con respecto a la violación de la legislación.
Emma Waters, del Centro DeVos para la Vida, la Religión y la Familia en The Heritage Foundation, analizó los pormenores de la ley. Cree que permitirá la subrogación comercial y podría hacer que la FIV esté aún menos regulada de lo que ya lo está. Hace oídos sordos a las complejas cuestiones emocionales que rodean el deseo de las parejas de tener hijos..
Pero fundamentalmente, señala, que la senadora Duckworth se equivoca al afirmar que: “La elección de construir una familia es un derecho fundamental para todos los estadounidenses”. Esto implica que los padres tienen derecho a un hijo. En efecto “un niño, cuya vida comienza en la concepción, no es un mero objeto para diseñar, comprar o vender para cumplir los deseos de un adulto”.
La legislación cuenta con el firme apoyo de la industria de la FIV. Su organismo máximo, la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, declaró en un comunicado de prensa:
“Todo estadounidense que busque ejercer su derecho fundamental a la construcción de una familia debe tener acceso sin obstáculos a las tecnologías de reproducción asistida, independientemente del código postal, el estado laboral, la decisión de convertirse en padre solo y a quién ama”.
Publicada en Bioedge por Michael Cook | 17 de enero de 2022 | ‘The Right to Build Families Act’ will protect the US IVF industry
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