El autor del presente artículo realizó a principios del año pasado, el siguiente pronóstico sobre la castración química y quirúrgica de menores:
Predigo que todo el castillo de naipes se habrá derrumbado en Occidente dentro del próximo año más o menos, lo que le dará a la medicina charlatana conocida como «atención de afirmación de género» una vida útil que se aproxima a la de las lobotomías, y dos décadas más.
Diez meses después, la profecía se ha cumplido.
Entre una serie de órdenes ejecutivas con temas de género emitidas por la administración Trump esta semana, se publicó una el martes titulada «Proteger a los niños de la mutilación química y quirúrgica». Comenzaba así:
Hoy en día, en todo el país, los profesionales médicos están mutilando y esterilizando a un número cada vez mayor de niños impresionables bajo la afirmación radical y falsa de que los adultos pueden cambiar el sexo de un niño a través de una serie de intervenciones médicas irreversibles. Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación, y debe terminar.
La OE advirtió que las víctimas de esta práctica a menudo experimentan arrepentimiento, pueden terminar incapaces de concebir o amamantar, y pueden enfrentar facturas médicas crecientes, «complicaciones médicas de por vida, una guerra perdida con sus propios cuerpos y, trágicamente, esterilización».
Como tal, la nueva Administración anunció que «no financiará, patrocinará, promoverá, asistirá o apoyará la llamada ‘transición‘ de un niño de un sexo a otro, y hará cumplir rigurosamente todas las leyes que prohíban o limiten estos procedimientos destructivos y que alteran la vida«.
Además de proporcionar una lista completa de los medicamentos y procedimientos que deben evitarse, la orden requiere que las agencias federales «rescindan o modifiquen todas las políticas que dependen de la guía de WPATH«, una medida que probablemente expondría a los profesionales recalcitrantes a litigios.
Por lo tanto, aunque no llega a prohibir la «medicina de género» por completo, la orden ejecutiva de Trump garantizará que se restrinja en gran medida, si no se cierra para siempre, en la nación con el mayor número de víctimas y la mayor culpabilidad por expandir, innovar y popularizar la práctica en todo el mundo.
¿Un cambio duradero?
Pero esta es solo una orden ejecutiva que puede ser revertida por la próxima administración, podrían argumentar los críticos.
Posiblemente. Pero dado que la popularidad de castrar a los niños está ahora en niveles históricamente bajos y que los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, es muy probable que las reformas de Trump se conviertan en ley antes de las próximas elecciones intermedias.
Incluso si no es así, las encuestas recientes sugieren que el movimiento America First que arrasó en el país en noviembre pasado, mucho más que representar solo a los votantes de MAGA o a los cultores de la personalidad de Trump, es una candidatura de unidad que los demócratas lucharán por expulsar en 2028. La orden ejecutiva de Trump podría tener una vida útil muy larga.
Pero esto es solo Estados Unidos, también pueden argumentar los críticos.
De hecho, Estados Unidos se ha quedado rezagado en su retroceso de la palabrería pediátrica de género, al menos a escala nacional. Chile, Italia, Alemania, Reino Unido, la UE, Suiza, Dinamarca, Noruega, Francia, Suecia y Finlandia han tomado medidas audaces para reducir la práctica.
Y esto acaba de llegar de The Australian:
Más de 100 médicos, académicos, abogados, políticos, defensores y defensores de la destransición están pidiendo al gobierno de Albanese que inicie una investigación inmediata sobre la medicina de género juvenil y que detenga el uso de bloqueadores de la pubertad y terapias hormonales para niños en Australia.
El grupo de firmantes, que incluye al ex primer ministro Tony Abbott, el ex viceprimer ministro John Anderson, la psiquiatra infantil de Queensland Jillian Spencer, la ex candidata liberal Katherine Deves y la doctora Julie Sladden, advirtió que la práctica es un «desastre potencial de salud pública de importancia generacional».
Si bien quedan algunos altercados por librar, la era de la castración de niños está llegando rápidamente a su fin.
¿La próxima predicción?
Dentro de poco, la gran mayoría de los que ayudaron e instigaron la pseudociencia conocida como «medicina de género» darán un giro y negarán haberla apoyado.
Publicada en Mercatornet por Kurt Mahlburg | 31 de enero de 2025 | The era of castrating kids is over, thanks bigly to Donald Trump
