El 12 de junio de 2008, el Tratado de Lisboa sufrió un revés importante. El referéndum llevado a cabo en Irlanda dijo: NO.
El asunto no era baladí. Primero fueron Holanda y Francia quienes en 2005 dijeron «no» a la Constitución para Europa. Cuando el Tratado de Lisboa la sustituyó, hubo que empezar de nuevo, aunque con la experiencia para evitar los escollos que había surgido antes. Todos los países ratificaron el nuevo texto, con la excepción de Irlanda y Chequia -el parlamento de esta última lo haría el 6 de mayo de 2009-.
La Constitución Irlandesa permite volver a hacer un referéndum, pero habiendo llevado ya a cabo uno, en el que la mayoría de la clase política había quedado desmarcada, era necesario pensar algunas reformas para recoger la voluntad popular.
Los partidarios del «no» lo habían defendido, por mantener el neutralismo tradicional irlandés y los bajos impuestos de las empresas, pero también por defender los valores de la constitución irlandesa respecto a la familia, la educación, y la defensa de la vida.
El 11 de diciembre de 2008, la Unión Europea de los Veintisiete (UE-27) se compromete a que el nuevo tratado respetará la prohibición del aborto en Irlanda y no se inmiscuirá en la legislación irlandesa en otros temas tan importantes como los relativos a la familia y a la educación.
Los líderes europeos también se comprometieron a que el nuevo texto comunitario no cuestionará la neutralidad de Irlanda, ni modificará la baja tributación de las empresas.
Por su parte el gobierno irlandés se comprometió a celebrar una nueva consulta sobre el Tratado, antes de noviembre de 2009.
El proceso no termina aquí. El 18 de junio Brian Corwen, primer ministro irlandés, rechaza la propuesta de la UE de recoger esas peticiones en una anexo al Tratado. «Necesito volver de esta reunión y poder decir sin que me contradigan que las garantías legales obtenidas adquirirán a su debido tiempo estatuto pleno de tratado mediante un protocolo» El protocolo, a diferencia del anexo, tiene el mismo rango legal que el Tratado, por eso pedía que las garantías se incluyesen en un protocolo.
Después de varias discusiones, el 22 de junio la UE ha aceptado recoger estas garantías en un «protocolo», que será ratificado cuando Croacia, o tal vez Islandia soliciten entrar en la Unión Europea.
Esto nos lleva a una situación paradójica. Algunos organismos de la Onu están intentando introducir el aborto como «derecho reproductivo», y en el mismo sentido la resolución de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa del miércoles 16 de abril de 2008.
Por otra parte, el grupo de los Veintisiete de la UE viene a reconocer que es compatible con el acerbo comunitario y los fundamentos jurídicos de la Unión la prohibición absoluta de abortar que Irlanda comparte con Malta.
O sea, de este acuerdo con Irlanda se deduce que dentro de la Unión Europea la prohibición de abortar estará contemplada dentro del marco legal comunitario.
Argumento a tener en cuenta frente a la presión de algunas instancias por dar al aborto un tratamiento de derecho humano.
Comments 4
Me parece muy positivo este estudio jurídico de la situación en el mundo. Quizá compensaría que alguien recopilara los textos más relevantes de esas comunicaciones para que sirvieran de ayuda a las personas preocupadas por la defensa del ser humano.
Se cuenta de Kennedy, que su «new deal» se fundamentaba en una afirmación: «no te preguntes qué puede hacer América por tí, sino qué puedes hacer tú por América» 🙂