Los promotores del aborto se han fijado una hoja de ruta, por la que van avanzando indiferentes a los medios que se usan para imponerlo, y desentendidos de los daños colaterales que van dejando a su paso.
Esta hoja de ruta puede ser desconocida por mucha gente que, sin haberse parado a pensar, repite mantras del tipo «aborto libre y seguro», o «si no estás de acuerdo no lo hagas, pero respeta la libertad de los demás». ¿Quién no va a estar a favor de la seguridad? ¿O de la libertad? ¿O del respeto y la tolerancia?
Al margen de esta gente que podríamos llamar de «buena voluntad» –si el hecho de no pensar fuese compatible con la buena voluntad-, se encuentran otras personas que tienen muy claro el objetivo. Yo no sé quiénes son, ni si forman un lobby, tan sólo observo los acontecimientos que se van sucediendo.
Los más recientes:
- Aprobación por el Parlamento europeo del Informe Mati el 24 de junio de 2021. Aunque aprobado, se trata de un informe, no de una reglamentación, ni de una imposición a los Estados.
- El 7 de julio 2022, el Parlamento Europeo votó una resolución para «condenar enérgicamente» la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el aborto en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, y pedir la inclusión del «derecho al aborto» en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea
- 2022: Abortion care guideline, de la Organización Mundial de la Salud. Aunque en realidad también es un informe de un organismo de la OMS. No lleva la firma de su Director General, ni ha sido consensuado por los Estados que participan en esa organización. Ver aquí
- Presentación de un Proyecto de modificación de ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntario del embarazo, por el Gobierno español en junio de 2022
La hoja de ruta:
- Ninguna «barrera» para el aborto: ni de edad, ni de país, ni de familia, ni de legislación. Si fuera posible reconocer «el derecho al aborto» como un verdadero «derecho humano»
- Facilitación de todos los medios para abortar: personal, equipos, lugares. Incluido el tele-aborto
- Evitar información sobre la realidad del aborto: no dar plazos para pensar, no hacer ecografías, no ofrecer medios para la maternidad.
- Hacer desaparecer la objeción de conciencia ante el aborto. Des-estigmatización del personal que practica los abortos, y estigmatización de los que objeten, hasta que dejen la profesión sanitaria.
- Sustraer a los menores de la tutela de su familia
Si se leen los Informes, o el proyecto de ley español, se encuentran los mismos temas, las referencias mútuas, los mismos argumentos, incluso las mismas frases y expresiones. Uno llega a pensar que simplemente es un corta y pega.
Se hace difícil entender una implicación tan fuerte en un área médica tan concreta. Aunque se hable de salud sexual, de derechos reproductivos, o de seguridad y libertad. Hay áreas que afectan a un mayor número de situaciones dolorosas y que carecen de atención y recursos suficientes, y sin embargo no son atendidas. Lo cual hace evidente la presencia de personas con grandes recursos empeñados en apartar a la mujer de la maternidad, y en controlar y disminuir el número de nacimientos.
Mientras millones de seres humanos reales inician su vida en el seno materno luchando para sobrevivir a esos grupos que quieren impedirles llegar al canal del parto y nacer. Son hermanos nuestros «desclasificados» por otros hermanos nuestros. Pero ¡que siga la fiesta!
Frente a estos promotores del aborto tenemos la posibilidad de ser promotores de la vida. Pero, al menos, hay que poner el esfuerzo, el tiempo, y el dinero, que ellos están poniendo.
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Francisco José Ramiro
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