La elefanta Happy (Feliz), residente desde hace mucho tiempo en el zoológico del Bronx, puede permanecer allí después de que el tribunal de apelaciones de Nueva York dictaminara que no es legalmente una persona según la legislación estadounidense.
El 14 de junio, el tribunal rechazó por 5 votos a 2 la demanda de los activistas de los derechos de los animales de que Happy estaba confinada ilegalmente.
Aunque el tribunal reconoció las «impresionantes capacidades de los elefantes», declaró que no tienen los mismos derechos de libertad que los humanos.
La disputa judicial se centró en si el principio jurídico del habeas corpus -que protege a los seres humanos contra la detención ilegal- debe extenderse a los animales emocionalmente complejos e inteligentes.
La presidenta del tribunal, Janet DiFiore, se puso del lado del zoológico. Escribió: «El hábeas corpus es un vehículo procesal destinado a garantizar los derechos de libertad de los seres humanos que son retenidos ilegalmente, no de los animales no humanos«.
Happy nació en Tailandia y fue llevada a Estados Unidos a una edad temprana. Vivió en un zoo de Florida durante varios años antes de que el zoo del Bronx la adquiriera. El Proyecto de Derechos de los No Humanos, un grupo de presión con sede en Nueva York que apoya los derechos legales de los animales, dijo que había sido encarcelada en su recinto de un acre.
El Proyecto de Derechos de los No Humanos considera que el caso es un paso adelante, porque dos jueces emitieron fuertes opiniones discrepantes.
El juez Rowan D. Wilson escribió que el tribunal tenía el deber de «reconocer el derecho de Happy a solicitar su libertad no sólo porque es un animal salvaje que no está destinado a ser enjaulado y exhibido, sino porque los derechos que conferimos a los demás definen lo que somos como sociedad«.
Y la jueza Jenny Rivera, escribió que Happy estaba siendo «retenida en un entorno que no es natural para ella y que no le permite vivir su vida como debe ser: como un elefante autónomo y autodeterminado en la naturaleza«.
El objetivo final del Proyecto de Derechos No Humanos es un panorama legal en el que algunos animales sean reconocidos como personas ante la ley. El sitio web del grupo dice:
En los EE. UU., las mujeres, los niños, los afroamericanos y los nativos americanos solían considerarse cosas legales. Después de años de lucha y gracias a la persistencia de activistas que sabían que la historia estaba de su lado, ahora son personas jurídicas. Hemos emprendido una lucha similar en nombre de los animales no humanos.
Dada la confusión contemporánea sobre la “personalidad”, es poco probable que la agitación por los derechos de los animales se detenga. Un ex juez de la corte de apelaciones, Eugene M. Fahey, le dijo al New York Times : “La naturaleza de la humanidad y la naturaleza de la inteligencia van a cambiar a medida que cambia la ciencia. Y si no confrontamos cómo definimos estas cosas ahora, no tendremos nada sobre lo que construir cuando lleguen esos cambios”.
Publicada en Bioedge por Michael Cook | 21 de junio de 2022 | Happy the elephant is not a «person»
Michael Cook
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Comments 1
Happy ya no puede ser liberada pues moriría por su ignorancia de la propia supervivencia. Existe en Brasil un gran parque privado que da asilo a los elefantes que han pasado por la situación de Happy, y además se contribuye con ello a la supervivencia de la propia especie. En los países de origen de los elefantes la «pobreza humana» se enfrenta violentamente con estos animales y el resultado es un combate dónde hay víctimas de ambos mundos. Los pobres dejarían de serlo si solo volvieran a sus costumbres ancestrales. Esto es, volver a la tierra como medio de supervivencia y dejar de consumir plásticos baratijas y electrónicos que solo enriquecen al «comunismo capitalista» de extremo oriente. Los gigantescos vertederos de todo el Planeta son fieles testigos de su «desarrollo».