Los canadienses son famosos por su cortesía constante, incluso implacable. Esto parece inconsistente con otra razón de su fama o infamia: – Canadá es el líder mundial en muertes por eutanasia. Desde que se legalizó la “asistencia médica para morir” (MAiD) en 2016 hasta finales de 2021, fallecieron 31.664 personas. No se han publicado las cifras oficiales para 2022, pero mostrarán que a ese total se han sumado otros 11.000 o más.
El Gobierno cree que estas cifras no son correctas. Son demasiado bajas: hay que relajarse aún más.
A principios de este mes, el Comité Conjunto Especial sobre Asistencia Médica para Morir presentó un informe al Parlamento canadiense. Formuló una serie de recomendaciones sobre:
- Cuidados paliativos.
- Protección de las personas con discapacidad.
- Eutanasia para personas con trastornos mentales.
- Eutanasia para niños.
- Solicitud anticipada de eutanasia.
La eutanasia se ha normalizado en Canadá, por lo que el informe simplemente ha propuesto la liberalización de un régimen ya liberal. Los estadounidenses y australianos, cuyos países ya permiten el «derecho a morir» en algunas jurisdicciones, deberían prestar mucha atención a cómo el monstruo de la eutanasia sigue derribando fronteras.
Personas con enfermedades mentales:
En 2021 se modificó el Código Penal para permitir solicitar la eutanasia a las personas cuya muerte no sea «razonablemente previsible». Sin embargo, las personas con un trastorno mental tendrían que esperar hasta marzo de 2023. El informe recomienda que esta fecha se amplíe hasta marzo de 2024 para asentar los protocolos. Uno de los problemas, como reconoce la comisión, es:
«La necesidad de garantizar que las personas vulnerables no busquen la eutanasia como alternativa a un apoyo social y sanitario inadecuado».
Reclusos:
Los reclusos deben tener el mismo acceso a la atención médica, incluida la MAiD, que los que viven en la comunidad. Varios presos ya han muerto bajo MAiD en prisiones canadienses. Sin embargo, el informe recomienda la liberación compasiva en la comunidad para que los presos cuya muerte sea razonablemente previsible puedan morir fuera de la Casa Grande.
“Menores maduros”:
Las recomendaciones de eutanasia para niños son muy controvertidas. Por el momento, el límite de elegibilidad es 18, pero los parlamentarios quieren permitir que las personas más jóvenes accedan a MAiD si son «menores maduros».
No existe una edad definida a partir de la cual un niño se convierte en «menor maduro». En los Países Bajos se puede practicar la eutanasia a niños de 12 años.
En Bélgica no hay límite de edad siempre que el niño tenga la «capacidad necesaria».
¿Podría un niño canadiense de 9 años hacer una petición serena y plenamente informada? El informe sugiere que el término se defina con más cuidado.
Dicho informe recomienda que se permita a los menores maduros acceder a la eutanasia, pero sólo si su muerte es razonablemente previsible.
¿Deben participar sus padres? No necesariamente.
El informe recomienda que:
«Cuando proceda, se consulte a los padres o tutores de un menor maduro en el curso del proceso de evaluación para el MAiD«. Sin embargo, «la voluntad de un menor que se considere que tiene la capacidad de decisión necesaria tiene prioridad en última instancia«.
Así que es bastante concebible que los padres se enteren de que su hijo había pedido y se le había concedido el MAiD sólo después de que el niño haya muerto. Sería aún más trágico si sólo tuviera 9 años. «Era muy madura para su edad», dirán los médicos a los padres.
Además, aunque el informe recomienda prudencia, señala que algunos expertos creen que puede no ser constitucional limitar las solicitudes a los niños cuya muerte sea «razonablemente previsible».
Directivas anticipadas:
El informe respalda las «solicitudes anticipadas tras el diagnóstico de una enfermedad médica grave e incurable, o un trastorno que provoque una incapacidad». En otras palabras, las personas podrán solicitar que se les administre una inyección letal después de haber perdido la capacidad total debido a la demencia.
La discusión en el informe parece asumir que la solicitud debe hacerse por escrito, pero, de manera reveladora, no especifica esto. Así que podría ser posible que parientes sin escrúpulos recordaran instrucciones verbales hechas cuando una persona estaba compos mentis.
Alex Schadenberg, de la Coalición para la Prevención de la Eutanasia, comentó:
“Las recomendaciones presentadas por [el comité] darían a Canadá la ley de eutanasia más permisiva del mundo. Dado el estado actual de Canadá, donde las personas vulnerables continúan siendo presionadas a la eutanasia con frecuencia, es inapropiado que el gobierno considere estas ampliaciones radicales de la ley de eutanasia. En cambio, debería haber un mayor enfoque en cómo los gobiernos de Canadá pueden ayudar a las personas que pueden sentir que su vida no vale la pena vivirla”.
Canadá es un paradigma de la lógica despiadada de la eutanasia voluntaria. Tan pronto como se arraiga el principio de que las personas tienen derecho a morir, o más bien, derecho a que las maten, dentro de límites cuidadosamente definidos, comienza el trabajo de demolición. Ese derecho se extiende desde las personas con una enfermedad terminal hasta las personas cansadas de la vida, las personas dementes, los niños y los bebés. El penúltimo paso en esta lógica es un derecho al suicidio universal.
¿Y el último paso? No se sorprenda al escuchar a los activistas del “derecho a morir” argumentando que no existe ningún derecho sin un deber correspondiente.
Publicada en Bioedge por Michael Cook | 22 de febrero de 2023 | Canada keeps a tight grip on its world record for euthanasia deaths
Otros artículos
Comments 2
Definitivamente que a los canadienses se les ha enfriado el corazón, la mente y el alma. Considero que esos parlamentarios y parlamentarias que quieren extender la edad para pedir la eutanasia a los menores de 18 años son los que realmente necesitan ser atendidos por psiquiatría y psicología con carácter de urgencia.