Asesinan a un conocido anti-abortista en Michigan – COPE http://bit.ly/EpfvP
Ciertamente son escasas estas situaciones de que alguien mate a un defensor de la vida. Del mismo modo que también son raros los asesinatos de personas que llevan a cabo abortos.
Por eso no parece conveniente darles una resonancia excesiva, porque son hechos esporádicos, pero sería momentos interesante para manifestaciones de repulsa de la violencia.
Obama ha hablado algo en este sentido, pero no se han oído muchas voces más. En cambio cuando recientemente fue asesinado George Tiller, un médido abortista, hubo una gran cadena de condenaciones de este acto, que llevaron a cabo los mismos que están contra el aborto (aqui)
Quizá se ha colado en el ideario mental social, que los provida son violentos, mientras que los proaborto son pacíficos. Si así fuera estaríamos ante una fuerte calumnia que no tiene nada que ver con la realidad. Es más, el mantenimiento de esta falsedad, povocaría el aumento de la falta de diálogo y de la cerrazón de ambas posturas.
Voy a poner un ejemplo de comportamientos que me parece que hay que evitar. En estos momentos puede oirse llamar asesinos a los que hacen abortos, pero no se trata de líderes sociales, aunque lo pudieran pensar. Se trata normalmente de gente sencilla.
En cambio escuchamos a representantes del pueblo -que no de su partido-, consituidos en alta autoridad, acusar de fascistas, de ultras, cavernícolas, fanáticos, y otros epítetos similares, normalmente mencionando la religión -no cualquiera- sino la católica, unida a la expresión ofensiva
Sin embargo no he visto a Benedicto XVI que maltrate a nadie, bien sea en grandes concentraciones, o en encuentro con representantes políticos o de estado. Benedictor XVI ha elegido el camino de la razón, la verdad, y la caridad: se puede y se debe hablar con todas las personas. Cuando se discrepa esta no una justificación que haga válida la agresión, o la violencia.