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¿Qué pasa con los derechos humanos?

La impresión generalizada es de un crecimiento en la validez de los derechos humanos. No digo que en todos los paí­ses hay este desarrollo, pero sí­ al menos en el primer mundo -suponiendo que alguien sea capaz de clasificar los mundos-.

También se siente -¿se piensa?- que hay una equiparación entre los deseos, las ilusiones, a veces los caprichos, y los derechos humanos. En muchas ocasiones el término «derechos humanos» significa «deseos humanos». Es evidente que no se pueden satisfacer todos los deseos, pero para eso tenemos la autoridad que hace lo que puede para darnos leyes para que seamos libres. Es ella quien decide que deseos se pueden satisfacer y cuáles no. Por ejemplo, se puede admitir que aparezca en los medios una buena cantidad de comportamientos que son éticamente malos, pero no se puede aparecer fumando.

Sin embargo el término «humanos» esta referido no a este hombre concreto, sino a la generalidad de los hombres. Los posee este hombre o mujer concretos, porque son personas humanas, pero no porque los sientan, y mucho menos porque alguien fuera de ellos se les otorgue.

Este planteamiento descubierto desde hace muchos siglos por la humanidad, ha permitido que poco a poco y no sin dificultad, vayamos saliendo del dominio de los tiranos. A veces volvemos a ser maniatados por el poder, pero conseguimos liberarnos. En ocasiones pasan bastantes años, y muere mucha gente por conseguirlo.

Mi duda es hacia dónde caminamos ahora. Muchos pueden afirmar, que vamos hacia una mayor extensión de la aplicación de los derechos humanos. Sin embargo, me parece que quizá caminamos en sentido contrario. El motivo de mi temor, es que noto una gran presión en el ambiente, para que determinados comportamientos, considerados habitualmente como un daño social, ahora no es que sean permitidos, sino que empiezan a ser impuestos.

Por ejemplo, podemos observar un gran movimiento en la Onu -que ha llegado a la cima tras pasar por organismos menores-, que quiere implantar como derechos humanos: el derecho al aborto, el derecho a la igualdad entre el matrimonio o la pareja y la convivencia entre homosexuales.

Lo que se pretende obtener es un reconocimiento en la cumbre de la sociedad globalizada que vaya implantándose hacia abajo en todos los paí­ses. Ciertamente, en algunos paí­ses ya se da esa situación, pero se trata de una muy pequeña minorí­a en comparación con todas las naciones. El objetivo no es despenalizar determinados comportamientos. El objetivo manifestado es que se admita como «derecho humano» esos comportamientos.

Se intenta que la penalización sea para los que no admitan como ético -no digo ya legal-, asuntos como la defensa de la vida humana desde la concepción hasta su término natural, o la necesidad de que los niños tengan un referente masculino y otro femenino para su mejor desarrollo personal. Quiero decir que, por ejemplo, serán apartados de la profesión médica -y por tanto de la sociedad- los médicos que se resistan a practicar abortos o llevar a cabo la eutanasia.

¿Se trata de unos nuevos descubrimientos antropólogicos que se están produciendo, o hay grupos decididos a cambiar los derechos humanos de la sociedad?

Breve pero muy interesante es la entrevista a Michel Schooyans: La ONU y la amenaza a los derechos humanos

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